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20 23 30: música real en tiempos de algoritmos

En un momento donde “las nuevas generaciones vienen muy pegadas [a lo superficial], y los artistas están comprando seguidores”, Joel Silva —fundador de Underclub— lanza 20 23 30, un ciclo de sesiones en vivo que pone el foco en lo esencial: la música electrónica como acto de creación presente.

Durante diez sábados, desde las 20 hasta las 23:30, Underclub abre sus puertas a artistas que improvisan en vivo, invitan a otros músicos y exploran los límites del sonido. “Alguien que tiene la capacidad de crear en vivo, es porque es un músico. Eso es lo que queremos fomentar”, explica Joel. La propuesta no busca la perfección, sino la conexión.

La cabina, ubicada en el centro de la pista, permite al público rodear a los artistas y observar desde todos los ángulos. “Es literalmente ser parte del nacimiento de la música. Podés darte toda la vuelta y ver todo”, dice. Esta disposición espacial rompe con la lógica tradicional del DJ como figura centralizada, y propone una experiencia colectiva, horizontal, donde se recupera la presencia.

Para Joel, este proyecto representa una forma de resistencia. “Para mí esto tiene más sentido: resistir, ser fiel a un ideal. No todo es convocatoria ni ventas, sino que el arte y la cultura van en primer lugar. Si estuviéramos pensando solo en cortar tickets, no sería Underclub”.

20 23 30 es también un espacio para el cruce de géneros. “Los chicos de SAP quieren invitar a un artista que haga rap. Spacetime Distortion quiere invitar a un artista de tango. Pulso invitó a un artista que hizo sonidos chamánicos. Fusionar el techno con otras variantes… y se forman bandas de música electrónica”.

En un contexto donde la validación suele medirse por algoritmos, Joel va a contramano. “Esto es un proyecto que está financiado económicamente de nuestro bolsillo. No es redituable, no suele convocar tanta gente. Dado que no estamos yendo a lo fácil, no vamos hacia lo que el algoritmo busca”.

Más que un producto, 20 23 30 es una declaración. “Queremos dar un mensaje totalmente distinto. No es un showman, es música presentada en vivo”. En palabras de Joel: “A mí me mueve hacerlo difícil y hacerlo incómodo. Me mueve el aporte. Siempre he buscado hacer algo que no funcione, algo que a los empresarios no les sirve”.

Porque, ¿qué significa realmente que algo “funcione”? Para él, la respuesta es clara: “¿Y qué pasa si es algo nutritivo y deja un aporte cultural o que pone en primer lugar al arte y a la música? Entonces depende de cómo entendemos la palabra funcionar”.

20 23 30 es ese gesto. Una invitación a escuchar sin grabar. A estar sin postear. A sentir sin performance. Un acto de amor hacia la música, y de fidelidad a un ideal.

Entrevista x Julia Bartolini